lunes, 13 de febrero de 2012

De tu esencia al infinito



Hace unos días atrás, alguien a quien quiero mucho, por un desafortunado hecho casual, veía imposibilitado el comienzo de su proyecto personal. A medida que nuestra charla se extendía, podía observar claramente la división de dos posturas. Por un lado la decepción que no dejaba ver más allá, y por el otro el resto de posibilidades que de una manera u otra permitían continuar el proyecto, aunque no como se había deseado y eso nuevamente generaba frustración.

Terminada la charla y mientras meditaba a solas en mi habitación, me vino a la mente un hecho que solía frustrarme muy seguido.

Como ustedes saben, me apasiona escribir. Durante mis años en la facultad, era casi una tarea habitual escribir guiones, y mi gran problema, como eterna perfeccionista que soy, era que siempre quería comenzar por el título. Entonces podía estar días y días pensando “el mejor título”, y mientras eso sucedía, la historia que tenía en mente (que me negaba rotundamente a escribir, sin título) iba perdiendo sus matices, sus personajes y ya después no valía la pena contarla.

Me valieron algunos años de frustración, de perder historias, y de pensar que la escritura entonces no era para mí. Hasta que un día decidí ver la posibilidad por sobre el fracaso. Ese día empecé a escribir, deje que las palabras salieran solas sin limitarme. Cuando sentí que toda esa ebullición interna se había plasmado por completo en las hojas, leí el texto y automáticamente el título se puso solo.

Aprendí entonces que mientras queremos arrancar como en mi caso, los textos por aquel título que sea el de lujo, el que impacte, así como cada persona busca iniciar su proyecto desde la magnificencia, se nos está escapando aquello que le va a dar vida a lo que sea que emprendamos. Y aquello no es más ni menos que la esencia….

No perdamos más tiempo en lo que nos falta, agarremos lo hay, lo que tenemos por las astas, y conquistemos así nuestro mundo, nuestros proyectos y para ello exploremos todas las posibilidades, sin frustrarnos en la primera de cambio.

Solo me resta decirles, que con los años y con la experiencia, el título, el lugar que deseábamos, aquello que queríamos cuando arrancamos, viene solo, y viene mejor. Pero insisto...demos el primer paso...

Desde aquel entonces cada vez que escribo, lo último que coloco es el título, a fin de cuentas la esencia se hallaba en el texto...

Lic. Gisele Molinari.

PD: Aquella persona, a quien mencionaba en el comienzo y me dio la posibilidad de meditar sobre este tema, es un ser de infinitas posibilidades… mi mensaje es ADELANTE!